Empezando por que la talla en sí es de autor anónimo y que, dejando claro, Sebastían Santos Rojas restaurase, transfomase o como guste llamarle en 1938, la talla es venidera de una una hermandad de Málaga procesionando allí y venerada con la advocación de Virgen del Amor Hermoso.
Aunque radicó en una casa particular de la Plaza de Encarnación más tarde la talla perteneció a la Hermandad de la Exaltación durante veinte años, concretamente entre 1913 y 1933. Siendo bendecida el 14 de Septiembre de dicho año 1913 por el Cardenal Almaráz y Santos, la talla obtuvo la advocación de Virgen de las Lagrimas para así pasar a ser la titular de la hermandad reemplazando a la actual.
En 1933 y en Cabildo de Oficiales la Hermandad de la Exaltación se decide devolver la talla a su dueño y prioste de la hermandad, Don José Castro y Mendoza, y devolver al culto con tal advocación a la anterior talla mariana ya perteneciente a dicha hdad.
En Junio de 1937 y trás los actos ocurridos meses antes, Don José Castro y Mendoza la Hdad. de la Exaltación y la Hdad. de San Bernardo llegan a un acuerdo y en concepto de cesión, la talla pasa a ser propiedad de la hermandad del miercoles santo.
Según se conoce la talla pasó hasta 2 veces por las manos del escultor Sebastían Santos Rojas ya que existía descontento en la hermandad. La dolorosa de autor anónimo presentaba una mirada hacía arriba que S. Santos bajó en su primera intervención . Al parecer seguía reinando el descontento entre sus fieles, tanto es así que se le devuelve la imagen al escultor y es cuando la talla toma su aspecto actual. Fue una transformación que cambió para siempre la historia de la talla e incluso de la propia hermandad. Tanto es así que el propio escultor dice ser una nueva imagen. La talla en sí o mejor dicho el busto seguía siendo el mismo ya que solo se le cambiaron las manos y se le hizo una mascarilla nueva.
En Noviembre de 1938 Sebastían Santos ya acomete la terminación de la "nueva talla" por un coste total de 1900pts. de la época. Y es el 1 de Enero de 1939 cuando se bendice la misma, siendo así hasta el día de hoy titular mariana de la Hermandad de San Bernardo.
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